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1x de la sociedad, los dogmas modernos que ha introducido la filoso- fia de las actualidades, que seguramente 4 no existir la roca de la CAtedra divina, 4 cuya cima no llegaran jamés las lavas del in- fierno, hubieran dado ya al traste con todas las instituciones so— ciales. Desde que salié al mundo tan solo el hermesianismo, que no admite en teorfa certeza alguna sobre la verdad, y constituye su saber en negar una cosa, aun despues de haber pasado en in- vestigaciones sobre ella veinte afios, para empezar de nuevo la in- quisicion sobre la misma y negarla despues, podemos decir que se ha concluido el conocimiento de la verdad. Y en realidad, si ese sistema de la filosoffia alemana se plantease en las aulas, la luz de la verdad no irradiaria jamas los entendimientes de nuestros hi- jos, quienes 4 fuerza de negaciones, caerian en un marasmo inte- lectual, en una estupidez irracional. No hay que trabajar mucho para probar que en parte ha suce- dido ya esto: ya en fuerza de tanto dudar hubo. universidades en Suiza, las cuales antes del. alio de 1820 defendieron la tésis de la mitologia cristiana, dando por sentado que Jesucristo es un mito, ni m4sni ménos que las serpientes de Ténedos en frente de Tro- ya, ti otro cualquiera de tantos como inyentaron los poetas anti- guos. Pues véase lo que ahora se esta ensefiando en las universi- dades de algunas naciones, que se llaman la nata de la civilizacion moderna: véase cémo se difine al hombre, al alma, al pensamiento, y se comprenderaé que, desde que se celebré el Concilio de Trento hasta aqui, han pululado los errores como'la yerba de los céspe- des. Oigase por gracia qué finos est4n con nosotros. esos grandes sabios de la llamada nacion grande: el hombre, segun ellos, es un animal que, por su organismo, supera 4 los otros en algunos gra- dos, y su masa encefilica es la més perfecta de todas, pues dis- curre; el alma es un vapor que se disipa con el Gltimo suspiro; el pensamiento es una armonfa de los 6rganos sensitivos puestos en contacto. Asi describen los nuevos maestros de la humanidad4 los hom- bres, llev4ndonos 4 pasos precipitados al mds horrible materialis- mo, & la negacion de Dios, de nuestra dignidad, de nuestra eleva- cion, de nuestro destino, 4 la negacion de Jesucristo, de su vida, de su historia, de la redencion y de la vida futura. Pero debemos /