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135 : dia, desde que fué teniendo aliadosen los enemigos de w la Iglesia: pero, preciso es decir que tocante 4 fuerza 7 extrinseca, nunea se ha presentado Lucifer mas ufano 4 la batalla. El ha conseguido que renazea la idolatria en el mundo, adorandose los hombres 4 si mismos, 6 convirtiendo en Dios cuanto encierra el universo: el ha trastornado los principios en que estribaba la paz de . los pueblos, persuadiendo 4 estos, que ellos son los que se gobiernan 4si mismos; él ha alucinado 4 los pode- res temporales, inspirénroles la idea de su superiori- * dad & todo poder, y la del dominio absoluto que pueden ejercer en lo religioso, en lo divino, en lo humano, en cuanto se vé y se palpa en el mundo. Bl ha suscitado en todas partes persecuciones contra la Iglesia, ha hala- gado 4 los hombres con ofrecerles mucho oro y muchas comodidades, con tal que se le arrodillen y sigan su doctrina con perjuicio de la de Jesucristo, y ha conse- guido tanto prosélito que puede ya formar un ejéreito, bastante para sitiar 4 sv gusto los reales de los santos; él tambien por lo tanto, se presentardé denodado 4 pelear contra los defensores de la fe. Si nos dejaésemos llevar de las apariencias, nos inspi- raria temerel aparate belicoso de Satands: militan por . él los grandes del mundo que constituyen su fuerza en : caballos y jinetes, en carros de guerra yen yelmos y corazas aceradas: tambien lo escoltan los filésofos, que armados de sus espadas de falsa dialéetica vienen atro- nando los espacios, mas con ruidos de palabras, que con fuerza de verdad: marchan 4 sus lados hombres de ‘toda clase, dispuestos todos 4 obedecerle, parte dispa- rando tiros y saetas, parte blandiendo la maza destruc- tora, y veceando todos contra la escogida del Sefior. Pero, no hay que temblar: todo ese aparato se disipard f como el humo: esas espadas se despuntaran, esas lan- zas se romperan, esos tiros saldrén en vano, esas sue-