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’ : . 112 . picio sus siplicas, al paso wee mira con. ceio aienuse obran mal. (1) _ Pero, mds que esto podra aasliness todavia: los cronis- tas y los consultores dela santa asamblea abrirdn los _ 7 libros de los. tiempos pasados, y estudiaran en ellos las leyes de compensaciones y de exjiaciones, y podran decir: que el pecado hace miserables é los pueblos. (2)y que cuanto esta sucediendo hoy 4 los hombtes, es la consecuencia de sus aberraciones. Un siglo hace ahora. ‘mismo, dir4n,. que un Pontifice se -veia asediado p r las intrigas de tres gabinetes filosdficos, los cuales le apre- miaban, le amenazaban y le conminaban éon’sus naves y sus ejércitos, sino abolia una corporacion religiosa, venerable por las virtudes de sus hijos, admirable por los infinitos sabios que dié 4 luz, y digna de toda pro- teccion, por haber convertido 4 la fe, y reducido 4 obe- diencia & sus soberanos4 innumerables tribus salvages: hace ahora setenta y ocho aflos, que otro Pontifice de- jaba su citedra, franqueaba los’ Alpes, y pisaba el sue- lo de una gran ciudad, 4 donde lo llevaba su celo del bien, para ver si podia convertir el corazon de un sobe- rano, que se habia empefiado en gobernar la Iglesia de Dios, y poner trabas al ejercicio del poder espiritual de los obispos: hace sesenta »y. nueve, que el mismo venerable Pontifice era conducido en cadenas, de Ro- ma & Florencia, de Florencia 4 Bolonia, de aquid . Turin, y de aqui 4 Valencia del Delfinado, donde mu- rié en prisiones. Hace sesenta que otro Ponttfice era arrancado. violentamente de su palacio y llevado 4 Savona, para encerrarlo.en un ¢alabozo; hace veinte, que el venerable Pio IX. tenia que ir fugitivo 4 pedir (1). 1° Pet. cap. 3, v. 10, (2) Prov. cap. 14. v, 34.