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107 _ Estas leyes son la piedra de toque, donde han de ser examinadas las acciones de los stibditos y las de los superiores gqué scusa podran presentar los primeros, al ver que se ha faltado por ellosal derecho divino, que manda que se obedezca 4 los que presiden 4 los pueblos y se esté sujeto 4 ellos, por cuanto ellos ve- lan, como los que han de daréuenta 4 Dios de sus stibditos? (1) ;Qué los segundos, cuando se contemplen en el espejo de las leyes divinas, y se vean sin el honor de su dignidad, reyes que reinan sin gobernar, potes- tades que se llaman emanadas del pueblo, y soberanos que han abdicado sus poderes en la voluntad de sus stibditos? El estado actual que tienen reyes y pueblos ges acaso aquel que revelan las leyes, que Dios ha dado 4 todos ellos? Léjos de eso los pueblos podrén ver, que por haber dado asensv 4 las palabras de los filésofos, 4 quienes plugo llavrar tiranos y déspotas 4 los reyes y otros soberanos, sacudieron el yugo de una autoridad paternal, y no han hecho mas que cambiar el llamado despotismo ‘de uno por el verdadero y tirdnico de mu- chos. ‘Y<otro tanto comprenderan los potentados en su respectivo modo de obrar: les importé poco el decir y profesar, que su potestad y autoridad tes venia de Dios, y solo miraron 4 conservarse.en el trono, aunque tuvie- sen que decir, que de la voluntad del pueblo habian recibido la soberania: despues, tuvieron que complacer al pueblo, y sobre todo 4 los filésofos y politicos sin religion, que se decian representantes de los «lesevs de aquel: en virtud de esta presion algunas veces, y arras- trados otras del torrente:de Jas doctrinas impias que abrazaron y acariciaron, ng solo echaron en olvido su primer deber, que es el de protejer la religion verdade- (1) Hebr. cap. 13. v. 7.

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