BCCPAM000561-6-17000000000000
102 mantenimiento se emplean al ajio los sudores de las clases proletarias. Pero hay que tener presente una cosa, y es, que concluidas las guerras, 4 que dié motivo el protestantismo, y cansadas por decirlo asi de pelear las naciones, entraron estas como en una tregua. Que- dé, si, una especie de cAncer que fué extendiéndose poco & poco por las naciones, y consistia este en que el pro- testantismo iba produciendo poco 4 poco esos sistemas, que han dado por resultado el nueve érden de cosas que hoy vemos. Desde que el pueblo fué apellidado soberano, el pueblo ha sido el castigo de si mismo: se necesitaban grandes masas de armados para contener los motines y los alborotos, el pueblo tenia que darlas: se necesitaban caudales inmensos para sostener formi- dables falanges, en cuya fidelidad descansasen seguros los monareas, el pueblo tenia que sudar y trabajar: ha- bia que tener senados, congresos y gran ntimero de em-_ pleados para que el pueblo fuese representado, lo que demandaria tantas gabelas, que diesen por resultado que la mitad del género humano trabajara para que _ holgase la otra mitad, y el pueblo sudaria y se tendria que desvivir; y he aqui un pueblo que se llama rey, y no manda: que se apellida libre, y es esclavo de si mis- mo: que es proclamado soberano, y no tiene que comer; que protesta que no quiere tener un rey, y en su lugar tiene ocho, cincuenta, trescientos, que se lo comen y de- voran: que grita que no quiere que el soberano lo lleve 4 combates, porque los ciudadanos tienen derecho 4 vivir, y luego se amotina, levanta parapetos, vuelve las ciu- dades campamentos y campos atrincherados, en donde mueren en un par de dias més hombres que caerian en diez batallas campales. jAy! jQué bien decia un poeta, que se engafiaba el que creia que podia haber esclavi- tud, cuando reina un buen principe! No hubo jams,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz