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98 éY qué han hecho los mandatarios de aquellos prin- cipios invariables de doctrina, y de moralidad, en los cuales deben estar basados los decretos de los princi- pios? ;Han procurado que en verdad y en realidad los pueblos que Dios les ha encomendado, para que procu- ren el bien de ellos, vivan con probidad y religiosidad, 6 se han contentado con que exista en los hombres una probidad aparente, que haya una moralidad ptblica, sin importarseles mucho de que se cometan excesos abomi- nables en secreto relativamente, pero autorizados por una ley protectora? gHan tomado lecciones para la po- licia moral de los pueblos de las fuentes purisimas de la verdad, cuyas aguas nose manchan, y de las luces del cielo que siempre brillan lo mismo, 6 de las inspi- raciones de los filésofos, que se contentan con una jus- ticia aparente, y una probidad exterior, y asientan prin- cipios de moralidad, que varian segun las circunstan- cias? jNo ha santificado todos los medios la politica de hoy dia, con tal que haya utilidad? ,No vale mis, se- gun ciertos axiomas politicos, un lingote mas en el teso- ro, que cien mil hombres que mueren cada aiio, por venderles drogas contra la voluntad de su soberano? Mucho tiempo ha, que se estén practicando estos principios de politica mala, con la cual han contempo- rizado los llamados hombres de gobierno, hoy, por no dejar la curul, que proporciona honores y riquezas, mafiana, por no disgustarse con filésofos aduladores, y despues, por pasar al pueblo la mano por el rostro, di- ciéndole, que se reconocen sus derechos y se respetan sus aspiraciones. Y no hay que decir mas: de ahi ha venido esa languidez, que se nota en los decretos que tienen relacion con la morigeracion de las costumbres, (1) asi como esa fuerza imponente y, podemos decirlo (1) Vamos & dar una prueba de esto: on Junio de 1860. la Reina Victoria