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Para otros, el motivo de entregarse al alcoholis mo es el deseo de satisfacer un placer al que es empujado instintivamente. Los efectos y consecuencias de este vicio saltan a la vista: la pobreza, la miseria, la ruina de la familia,junto con elmal ejemplo a los hijos, los m a los tratos, etc. ¿Quién será capaz de enumerar los estragos que ha ocasionado y ocasiona en los hogares este vi cio?...Y es lomás tristeque esta lacrase transmite de padres a hijos, en muchos casos, heredando és tos las tendencias y vicios de aquello. «Nunca se insistirá bastante (oí en una conver sación a un médico que hablaba con otro) de la importancia que tiene el estudio de las taras fami liares, y una de estas taras familiares es la que se refiereal alcoholismo.» Ante lo difícil que es corregir esto en los padres hay que prevenirlo en los hijos. Todo empeño que se ponga en evitarque los niños se aficionen a la bebida, aunque sólo sea rara vez,y en más raras circunstancias, será poco. Hay que instruir a los mayores en los graves daños que ocasiona este vicio en los hogares con el fin de que se evite ya en los comienzos. Adviértaselos que si a tiem po no se evita y corrige este vicio, no tardará en sentirse sus desastrosos efectos, uno de los cuales será la pobreza. Si la pobreza extiende sus negros crespones so bre tantos hogares, no olvidemos que una de las causas principales reside en el alcoholismo de los que están al frente, así de hombres como de 67
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