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Continuando el padre sus gestiones ante el Mi­ nisterio de la Vivienda, consiguió que todas las familias que vivían en esas cuevas fueran inclui­ das en el Plan Nacional de laVivienda y que fue­ ran sacadas de estos lugares para ocupar unos pisitosnuevos, cómodos y humanos. Lo lamentable fue que el Ministerio se olvidó de destruir las cuevas desalojadas, y asíocurrió que en aquella misma semana ya estaban ocupa­ das por otros nuevos inquilinos,por loque el plan de la sustitución de las cuevas por otras vivien­ das no se realizó, como hubiera debido ser. Esto no obstante, nuevas gestiones, paseos y, pasado bastante tiempo, nuevamente se consiguió que el mismo Ministerio, en unión con Cáritas, construyese viviendas en número suficiente para las familias que vivían en estas cuevas, pasando dichas familias a ocupar el Poblado de Santa M a ­ ría Reina y otros cercanos, siendo dinamitadas las citadas cuevas, una vez que salieron los últimos moradores de ellas. 3. BARRIO DE LA CELSA O SAN ANTONIO Camino de Villaverde a Vallecas, a tres kilóme­ tros delprimero, contemplé por vez primera un gru­ po de unas 400 chabolas destartaladas y, junto a ellas, personas mayores y niños que evocaban en mi mente el recuerdo de aquellas palabras que bro­ taron de los labiosdel Divino Salvador: «Me com­ padezco de estas pobres gentes». Y compadecido, 31