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dancia.Contribuyó a esto no poco la sección titu­ lada «Banco de los Pobres», publicada periódica­ mente en la «Gazeta del Norte», muchos de cuyos donativos eran enviados a las Misioneras de Ochar- coaga para atender a la guardería de niños por ellas sostenida. El local primero resultaba insuficiente. Había que pensar en buscar otro que reuniera mejores condi­ ciones y tuviera más amplitud. ¿Cómo lograrlo?... Nueva visita al presidente de «Viviendas Munici­ pales», para que nos concediera unos terrenos ado­ sados a la Casa-Parroquial para construir en ellos un edificio suficientemente amplio, destinado a guardería de niños. La concesión era bastante difícil y sólo mediante la tenacidad y las buenas ayudas, se logró, según consta en documento. Hechos ya y aprobados los planos para la guar­ dería, en el lugar cedido por el Ayuntamiento, vino de súbito en nuestra ayuda el bueno de don An­ drés,que generosa y gratuitamente nos ofreció uno de los pisos de la casa rectoralpara vivienda de las hermanas, y la planta baja, contigua a la iglesia, para guardería. Por lo cual, satisfecha la necesidad, se desistió de construir la guardería en dichos terrenos. La labor de apostolado, realizada por las herma­ nas en el barrio, fue ya, desde el principio, muy admirada de todos. Atendían a los niños de laguar­ dería, visitaban a los enfermos, ponían inyecciones a los que lo necesitaban, daban catequesis a los 171