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bienestar material y preparación para un futuro mejor. Sabemos que su labor ha sido admirable, plena de sentido cristiano y humano. Vienen a Bilbao. A Ocharcoaga, donde nuestro obispo les ha señalado, como campo grande para su activida .Trabajarán a las órdenes del párroco, como colaboradoras de la obra parroquial a des­ arrollar entre aquella masa de gentes que comien­ zan a trabarse en pueblo satélitede Bilbao. Vienen sin más bienes ni más tesoro que su vo­ cación, la entrega total a su tarea; con confianza en que encontrarán cuanto necesiten para ese tra­ bajo suyo, denso, lento,profundo de Ocharcoaga. Y vienen a buen sitio: Bilbao,cara a los subur­ bios, ha dado muestras de cómo estudiantes, chi­ cos y chicas, señoras, profesionales muy diversos se han puesto al servicio de los necesitados, pre­ cisamente en esa misma línea de las misioneras franciscanas del suburbio, y han cavado en las obras y han puesto ladrillos y han enseñado a leer y escribir y rezar, etc., dando testimonio de her­ mandad cristiana: esos grupos serán los que m e ­ jor comprenden y valoren lo que vienen a hacer, entregándose a ello, las misioneras franciscanas de los suburbios. ¡Bienvenidas a Bilbao!» «Las monjas de Ocharcoaga duermen en el suelo. La cuenta, que ha tenido magnífica acogida esta semana, ha sido laque hace ocho días abrimos a favor de las Franciscanas Misioneras del Suburbio que han comenzado atrabajaren Ocharcoaga. Nues­ trosamigos respondieron a nuestra llamada y a 169