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misioneras y las tres hermanas, llegadas de Ma ­ drid. El hecho del establecimiento de las misioneras en Ocharcoaga, constituyó una novedad, que se difundió rápidamente por Bilbao, gracias a la pren­ sa. Esta, sensacionalista como es y deseosa de la­ mar la atención, exageró la extrema pobreza de las nuevas religiosas establecidas en el barrio, di­ ciendo que dormían en el suelo (aunque es cierto que los primeros días así fue}, que sostenían ade­ más una guardería de niños pobres, ayudadas úni­ camente de la caridad pública (lo que era cierto), etcétera. Com o prueba de esa propaganda, copiamos tex­ tualmente lo siguiente: «Las Misioneras Franciscanas del Suburbio vie­ nen a Ocharcoaga: Han fundado, para entregarse a esa difícil tarea y tan necesaria que es vivir en el suburbio y para el suburbio, en donde esté. Con esencial espíritu franciscano de sencil ez, de her­ mandad. Hace muy poco que han nacido: para recoger esas vocaciones de perfil socialheroico de entre­ garse a las zonas más pobres, más necesitadas de las urbes. Han trabajado en Roma y en Madrid con singula­ res resultados: han erigido guarderías infantiles, dispensarios, han creado internados gratuitos para niños, residencias veraniegas, talleres para jóve­ nes de ambos sexos, academias y escuelas, todo lo que es necesario para hacer elevar el nivel del suburbio, en cuanto a formación cultural y hasta 168