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a bien hacer que descargaran del cielo abundantes aguaceros que remediaran por aquel verano la si­ tuación. Para el próximo, Dios dirá... San Rafael. — ...Y dijo y dispuso que el centro y lugar de las colonias de veraneo de losniños del suburbio no fuera el pueblo de El Espinar, sino San Rafael, a 4 kilómetros uno del otro. Las peripecias y dificultades en ei primero durante aquellos tres años habían dejado mal sabor de boca para expo­ nernos a repetirlas otro año más. Por eso, ¡adiós al Espinar y carretera adelante hacia San Rafael! Mas, antes nuevas visitas al Ministerio de Edu­ cación para obtener por escrito la orden dada a los directores de los grupos escolares para que deja­ sen libres los locales durante los meses de julio y agosto con destino a las colonias veraniegas de los niños del P. Laureano. Ante esta orden, como ante la de Josué, las puertas, no digo de las m u ­ rallas de Jericó, sino de las puertas de los colegios mencionados, se derribaron; no obstante, la oposi­ ción de sus habituales usufructuarios. Y henos ya con un centenar de pequeños veraneantes con sus multiformes equipos, cama, colchones, ajuar de cocina, provisiones de boca en abundancia, etc., dentro del lugar destinado para el veraneo. Las activas e incansables misioneras, secunda­ das por alguna entusiasta colaboradora en el apos­ tolado delsuburbio, se encargan del acomodo en el improvisado local. La buena voluntad y el entu­ siasmo de todas realizan maravillas. 120