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doctor angélico, descorriendo una cortina que ocul­ taba un gran crucifijo. «Dadme un alma enamorada de Cristo y os daré un héroe dispuesto a sacrificar su vida por sus hermanos los hombres.» Y lo tengo bien comprobado, persona que ama a Dios de verdad, persona que ama y se entrega en totalidad a los hombres, porque el amor de Dios lleva de inmediato al amor de los hombres; es de­ cir, que el amor de Dios nos hace amar a los hom­ bres todos sinexcepción. Continuando nuestra interrumpida narración men­ cionemos los cuatro centros o locales en los que, sucesivamente, instalamos nuestras colonias vera­ niegas de los niños delsuburbio. El Espinar. — Pueblo de Segovia, fue el primer si­ tio donde instalamos nuestra colonia veraniega; está situado en plena sierra, cercado de tupidos pinares, muy apetecido como lugar de veraneo por segovianos y vallisoletanos; ofrecía excelentes condiciones para instalaren él una colonia vera­ niega de cien niños. Eldirector delgrupo escolar, ante laautorización presentada por escrito del Ministerio de Educación y Ciencia, no tuvo más remedio que entregarme el edificiopara el fin solicitado, si bien reservándose él la mejor parte del local. El inmueble, aunque amplio, reunía pocas como­ didades, por no decir ninguna. Los serviciosdeterio­ rados, las paredes descascarilladas, las ventanas mal ajustadas, las cañerías de agua muy estro­ 118