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de los ninos a los centros previamente escogidos y teniendo ademas que conseguir alimentación y estancia gratuita a un tropel de crios Por fortuna encontramos ya, en un principio ge­ nerosos colaboradores. Primero contamos con el ofrecimiento gratuito del Ejército del Aire, que nos dejo los camiones necesarios para transportar ni­ nos, camas, provisiones, cacharros, etc. a los cen­ trosveraniegos como El Espinar, San Rafael, Gua­ darrama y Tablada. Contamos, además, con la ayuda personal de un grupo de jovenes piadosas y algún matrimonio des interesados que se ofrecieron generosamente a cooperar con las hermanas para atender alcuidado material y moral de los niños; así como seminaris Cuando hoy, después de veinte años de distancia de aquellos primeros veraneos de los niños del suburbio, recuerdo las dificultades y peripecias su aUtod° men°S ,?e re“ rdarlocon gratitud esta empresa tan f i S S " " "°S ayUda™ " “ Recuerdo también las laboriosas gestiones aue realizarante el Ministerio de Educación y Ciencia para que se nos pudiera conceder durante los meses de verano, la utilización de los locales darramaeSCU ^ E‘ESP‘nar'Sa" Rafael * Gua' Ni puedo olvidar tampoco las peripecias ocurri­ das cuando en nuestras excursiones, como aquella hasta IqUt ^ camiones militares cargados lostopes con provisiones y niños se negaron 115