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teorías que tienden a justificar el aborto y las prácticas anticoncepcionistas,que privan a lasocie­ dad de ciudadanos y al cielo de ángeles. A la defensa de la vida material y espirtual de los niños debe tender la misionera, ya que los niños son la mayor riqueza de un hogar y sin ellos lasfamilias son tiestos sin flores, noches sin auro­ ra, porvenir sinesperanza. Convencidas de ello, las misioneras se vienen preocupando ya desde un principio de erigir guar­ derías, internados y colonias veraniegas, así como colegios para niños de ambos sexos. Los internados se tuvieron primero en Ciudad Lineal y luego en Las Carolinas; de las colonias veraniegas infantiles vamos a tratar ahora. Colonias veraniegas infantiles Alguien definió el suburbio diciendo: «un lugar de asfixiaen verano y de frío congelante en in­ vierno». Y la definición es, en parte, verdadera. Del frío del invierno y del calor del verano en­ cuentra la industria moderna medios para librarse en las ciudades, pero no tanto en los suburbios de las mismas. Los más afectados por estas extremas tempera­ turas son los niños, tiernas plantas sensibles al frío y al calor extremados. Fijémonos ahora en el calor del verano en los suburbios madrileños: 112