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97: —Del Director al Comisario, de éste al Guardián, después al Provincial, General y Excmo. Cardenal Protector. . —¿Qué diriais de una junta que osara ha- cer uso de este recurso? —Que manifestaría espíritu de insubordi- nación á no ser por causa conocidamente justificable. Es evidente que el Director ó su- perior inmediato conocerá mejor las leyes y usos de la Orden, que un terciario cualquie- ra que sea. —¿Cuáles deben ser por tanto nuestras re- laciones con el Visitador 6 Director? 1.2 Debéis reverenciarle como verdadero superior. 2.2 Debéis amarlo como á Padre. 3 Debéis atender su enseñanza con do- cilidad. 4.2 Debéis rogar para que acierte en to- do y sea Dios glorificado. —De lo dicho en este capitulo ¿se deduce que en nada estamos sujetos al ordinario ú obispo? —No se deduce eso: Los terciarios no de- jan de ser fieles súbditos del Obispo y deben ser más respetuosos á su autoridad que los otros; deben con cuidado secundar sus miras, fomentar sus empresas, guardar sus enseñan- zas y estar siempre adheridos 4 las determi naciones del Prelado; precisamente en esto deben distinguirse de los demás cristianos, como era voluntad del Santo P. 8. Francis- co. Ya he dicho que están fuera de la juris- 7