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bl XI que dice asi: “No cesaremos jamás de “combatir de palabra y por escrito ese mons- “truo horrible, esa heregía que, es la peor de “todas, porque contiene todos los errores y porque es la más astuta y seductora, (1) ; CAPÍTULO IX De los medios de combate. —Conocidos ya los enemigos de J. C. en sus diversas manifestaciones y resuelto á segir la voz de León XIII como buen Ter- ciario, deseo me señaléis algunos medios de combate. —Voy á enumerar solo tres; á saber, el periódico, el sufragio y la palabra. —¿Qué me decís, pues, sobre el periódico? —Conocéis perfectamente que el papel, es la bandeja donde los enemigos nos sumi- nistran su veneno, aunque á veces bien dorado; por tanto, no debéis admitir en yuestra casa ningún periódico que se llame liberal, 6 que sin llamarse favorezca al libe- ralismo. Esta es la preciosa sonda que dá la medida y atestigua la profundidad y arrai- go de la fe, el horror á todo lo que puede ponerla eu peligro. Al mismo tiempo os re- comiendo que favorezcáis los periódicos buenos que lleven en su portada, la de- claración de católicos. (Todos los congre- sos Terciarios ponen particulares acuerdos (1) (Aloc. al consist. de Card. 30 Junio 1889.)