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— 02— —¿Pues no dicen que sus misioneros tra- bajan mucho por darle vida? —Vano esfuerzo, y para convencerse basta ojear la disertación, acerca de la Esterilidad de las misiones protestantes que escribió en nuestros tiempos el cardenal Wissemam. Precisamente lo que ellos gastan en esas misiones y el poco resultado que obtienen, prueba su esterilidad —¿Pues qué gastan? —Más de sesenta millones de reales al año —Y ¿cuál es el resultado? —Casimulo y los pocos que abrazan el pro- testantismo, lo hacen por lucro ó por disolu- ción. Es para mí evidente, escribía en 1862 el reverendo Mr. Davinson que entre los que manifiestan deseos de recibir el bautismo (entre protestantes) la mayor parte lo hacen por motivos poco honrosos. Esto hacía excla- mar á Mr. Malcom Hay algo de inexplicable en la esterilidad de las misiones protestan- tes, Eso inexplicable es la absurdidad del protestantismo y la maldición que como obra del infierno, lleva sobre sí. CAPÍTULO V. Huellas del protestantismo. El libre examen. —Por lo que acabáis de exponer me con- venzo de que esa heregía no puede encerrar verdad ni puede representar en la tierra la misión de J. C. —Así es verdad y por eso débese conde-