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=4— Antonio de Padua, lo cual indica, el cariño que debemos profesar al culto eucarístico, La práctica de las cuarenta horas tuvo su autor en el capuchino P. José de Fermo, la adoración perptéua es obra de dos ter- ciarios franceses, y lo mismo decimos de la Guardia de honor, y de la Comunión Repa. radora, obra de otros Terciarios. —¿Luego debemos procurar florezcan estas devociones? — Efectivamente, por ser Franciscanos, —¿He oido que también es muy de la Or, den la devoción al Sagrado Corazón de Jesús? —Con razón sobrada; porque esa devo- ción tiene una relación íntima con la reli- gión seráfica, puesto que cuando el divino Redentor se apareció á la Virgen de Paray Lemoniel, ensalzó en gran manera las vir- tudes del Santo Padre y exhortábala á to. marlo por guía y Patrono en los caminos de tan dulce devoción. : —¿Y es por eso porque llamáis “Seráfica á esa devoción? —Por 0so y por otras cosas. —Manifestádmelas como sabéis. —Puede decirse que S. Buenar, Doctor Seráfico, fué el primero que inculcó en la Iglesia la devoción al Sagrado C. de J. y desde su tiempo se viene representando en el escudo de la Orden el Divino Corazón rodeado de una corona de espinas. —¿Por qué más habéis hecho aquella afir- mación?