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¡Ds LAA = 32 con exquisito refinamiento de arte y de de- * coración, casi todos son peligros para las almas. —Pero, ¿me negaréis que los hay tam- bién buenos? —Niégooslo teniendo en cuenta que ya por una, ya por otra cosa, hay casi siempre peligros innumerables en ellos. Aunque en sí sean buenos, mas ó por las personas que los representan no baenamen- te, Ó por las personas que asisten á la re- 4 presentación no con buenas intenciones, .: resultan llenos de peligros. —¿De suerte que un Terciario no puede . irá ningún espectáculo? : —A ninguno donde la escandalosa ruña- nería literaria ú otra cosa por ese jaez, pon- ga veneno en la representación ó en el lu- * gar donde se representa. — ¿Luego cerrais para nosotro3 todas las puertas de honesta recreación? ] —Nó mil veces. Dígoos que el Terciario debe levantar bandera contra todo diverti- miento malo, cualquiera que sea la causa á que obedezca el mal; empero la Regla está en este punto terminante y no tenéis más que leerla para salir de escrúpulos. —Efectivamente, la Regla solo dice: Vo asistan á danzas y espectáculos inmorales, de donde se deduce que, no siendo conoci- damente immorales será libre al terciario acudir á ellos ó dejar de acudir, ¿es eso? —Eso mismo.