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La Esposa, No sin asombro, Señor, (XXVI ) por no responder con obras a una gracia que es tan rara. Y entiende quanto te impor que con ardor , y eficacia para agradarme procures tener una vida santa. oigo Doétrina tan alta; ¿quién podrá, mi Dios, salvarse siendo nuestra deuda tanta? Solo 4 vos esto es posible; ya lo sé, y eso me basta para tener de su logro una segura Esperanza... 3 Mas cómo no temeré en duda tan bien fundada s1 4 mi Eleccion, aunque. cierta, mis obras: no. la acompañan $ Los deseos vivos son, mas la execucion es tarda: los propositos. fervientes, su fraccion continuada, > El bien que quiero no hago: el mal que aborrezco arrastra de mi enferma voluntad basta que. en la culpa caiga. Otra