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DEL InusTRÍSIMO SANTANDER. 341 purificándose con freqiiencia de aquellas ligeras im= perfecciones , casi inevitables á la humana debilidad. La vemos alimentarse con el Pan de los Angeles y la vianda de los cielos, que da vida al mundo, y llena de suavidad y. dulzura-los.corazones puros, fieles y fervorosos. La vemos. ¿pero qué veremos? Una Princesa absorta en Dios, dbrasada en el: amor «de su: Dios sacramentado , con cuya divina posesion re- putaba por nada.todo el mundo. ¡Qué tranquilidad de alma! ¡Qué moderacion de espíritu! ¿Quién la vió jamas perturbada? ¿Quién advirtió en ella el mas ligero movimiento de vanidad ó complacencia? ¿Mi: ró desdeñosa-ó indignada á alguno de tantos misera= bles como se afanaban por arrojarse á sus pics? No. Su piedad sólida, su religion. verdadera:la hacian con- siderar á-todos los hombres como criados por un inis” mo Dios, como redimidos con la sangre de un mis. mo Jesuchristo , como destinados á. una misma fe= licidad , como hermanos de uba misma familia; y á todos los amaba, en. Dios «y por Dios. Esta es la hu. manidad verdadera que la religion christiana la inss piraba. Llegamos ya, señores,.4- la: parte mas intere- sante, 4 la mas magnífica y edificante de esta-Prin= cesa , 4 su caridad sia límites , 4 la profusion sin