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DEL ILusrrísimo SANTANDER. 329 y las suertes de sus vasallos , inspirad 4 los primeros la moderacion y misericordia: que depositasteis en el alma de nuestra Princesa, y dad vuestra gracia á los segundos, para que practiquen aquella subordis nacion y obediencia álos Soberanos que prescribís en vuestros santos libros , y que observó tan perfecta- mente esta Serenísima Infanta. PRIMERA PARTE. - No ignoro , venerados oyentes, que el Omnipo- tente Dios: forma algunas veces mugeres de un ge- nio varonil, dotadasde una alma fuerte y vigorosa, y adornadas de un espíritu firme y emprendedor so» bre el comun alcance de:sú débil naturaleza, para que sean: la felicidad de los pueblos , el asombro del mundo, y la hermosa decoracion del univer- so. Sé que los siglos pasados y la parte de Europa que habitamos nos han presentado excelentes y me= morables. pruebas: de. esta verdad ; pero tambien comprehendo que estos exemplos son raros, y que ellos nos demuestran que estan en las manos de Dios, y son dádiva suya los dones del espíritu humano, de que él. se sirve cómo de instrumentos para la. exe- cucion de sus eternos designios. Comprehendo es- Tt

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