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DEL ILustTrísimo SANTANDER. 327 ordinario. Nada estimamos fuerte sino lo que se presenta revestido de un poder exterminador y terrible. Nada creemos apreciable sino lo raro, lo forastero , ó lo nunca visto. ¿Pero desde quándo acá se han inventado entre nosotros virtudes des- conocidas á la venerable antigiiedad? ¡Ay', amados oyentes! tratemos de reformar los extraviados dis- cursos de los hombres, y permítasenos el designio de acercarlos á la primitiva institucion de la lauda- ble naturaleza y al órden que fixa las obligaciones conforme á los estados y condicion de las personas, Si mís expresiones no fueren bastante enérgicas para demostrar una verdad tan importante, la vir- tuosa conducta de la Princesa que lloramos - habla- rá con una elogiiencia irresistible, y condenará la invencion de las falsas virtudes del siglo. Preséntate entre nosotros esta vez , virtud humilde, virtud no- ble, virtud sólida, y enséñanos á combatir con tu exemplo la ambicion y el abuso: del poder de los mundanos. Déxate ver de nosotros, virtud bienhe- chora de los miserables pobres y desgraciados mor- tales, y dictanos máximas útiles que destierren la du- reza de nuestros corazones , y el desperdicio de nues. tros caudales. Preséntate, virtud fuerte de esta ilus- tre muger , nacida sobre las primeras gradas del tro»