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DEL InusTrísiMO SANTANDER. 323 desprenderse del cuidado de asistir personalmente á dar de comer á las viudas., y asistirlas por sí mismos £ la mesa; dexándolo á la diligencia de los siete Diás conos que para este ministerio eligieron. Vos vero, (comprehended bien, señores, estas palabras) nos ve- ro orationi et ministerio verbi instantes erimus. He aquíunidas la oracion y la predicacion: he aquí el ofi» cio propio delos Apóstoles y de los Obispos sus legí- timossucesores; ved ahí como se convirtió el mundo. Hacer lo contrario, será meter mucho ruido, ad- quirirse vanamente muchos elogios , conseguir gran= des aplausos; 'pero en sustancia no será otra Cosa, que es sonans , aut cimbalum tiniens. Aplicad , venerables Sacerdotes, aplicad vues- tra oracion á nuestras exhortaciones, y vereis mara- villas de la gracia de Dios sobre las almas : vereis como el Padre delas misericordias y Dios de toda consolacion saca-á innumerables pecadores del in- feliz estado de la culpa , y levanta 4 muchos justos á los mas elevados ápices de la perfeccion. Aplicad vuestra oracion abrasados en la caridad de Dios y del próximo: seamos uniformes en nuestros pen- samientos , pácificos y moderados en nuestras pala- bras, é irreprehensibles en nuestras costumbres, y se glorificará el Cielo, se edificará la tierra , y se llena- Ss 2 + 0H 5 y A Y