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pEL ILusTrísiMO SANTANDER. 319 inotencia de vuestra vida, con la integridad de vues- tras costumbres, .cón Vuestra piedad, con' vuestra religion, y sobre todo con vuestra caridad. Una pa- labra vuestra pronunciada en una casa , en una con» currencia,en.una conversacion, en una iglesia, pue- de confirmar una Mision entera, y hacerla fructuo- sa 4 las almas que concurren á escucharla ; pero una palabra tambien vuestra, dicha con tedio, con en- vidia, con desprecio , sin caridad , puede enervar la conversion mas ilustre, que la divina gracia iba em- pezando á obrar en los oyentes. No busquemos, pues, la vana reputacion de hombres «sábios; de hombres literatos , y «de profundos conocimientos en to- do género de ciencias: busquemos, sí, la gloria del Señor y la salvacion de las almas. Ve igitur eficia- mur ánanis glorie cupidi, os digo con San Pablo, ejusmodi enim. gloria in eorum confusione sit qui tep- rena sapiunt. Levantemos nuestros afectos á un pre- mio mas digno de una alma grande; pongamos nues- tra mira. en el Cielo, y glorifiquemos al Padre , al Hijo y al Espíritu Santo, en unidad de esencia y trinidad de Personas : démosle todo honor, culto, magnificencia y gloria. Vamos confiados en el divi- no auxilio y abrasados en caridad, 4 hacer guerra al infierno , 4 librar del imperio de Satanás las almas, nr Ga ñ $

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