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DEL ÍLusTRÍSIMO SANTANDER 118 modo , el vestido del otro, y los demas cabos cor- respondientes á unas Señoras de su clase. Ahí podrán salir V..SS. como les parezca; con una santa liber= tad , sin temor de que los vecinos murmuren, ó que otras señoras extrañen el que no lleven lazos de co- lor de sombra de pozo, zapatos sin hebillas, y otras tonterías ó musarañas Como estas, que en la Corte “y en otras Ciudades del Reyno ocupan lastimosa- mente las potencias de unas almas criadas para ver á Dios eternamenteen los Palacios de la Gloria. Al- mas infelizmente ocupadas én estas puerilidades, que apénas hallan tiempo para vacar un rato á la ora? cion, dedicarse á la labor y gobierno de sus casas, instruirse con la freqiiente leccion de un libro útil, y traerscon el debido arreglo su conciencia. De un gol- pe; amada SeñoraMarquesa mia, se ven 'V. SS. li- bres: de todosestos inútiles embarazos : pueden fá- cilmente levantar por la mañana su espíritu-al Cria- dor , para-ofrecerle las acciones de todo-el dia , y pedirle auxilios'para:obrar entodo rectamente : hay lugar cómodo-para oir misa con sosiego, si V.-S:, como me dixo enotra ocasion, ha llevado consigo al- gua Sacerdote: queda tiempo d¿spues para dáz una vuelta por las cosas de la casa, y hacer un poco de labor ; y si el Sol no arde con fuerza, tambien para p