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DEL IuuvstRÍsimo SANTANDER. 89 Catedrales son unas composiciones de las mas pueri- les de nuestra nacion, y parece que los misterios mas venerables y augustos de la Religion se ridicu- lizan con las patochadasde los Giles, los Batos , los Majos y otros avechuchos que.apenas se harian to- lerables en los teatros. Figuremos la santa Casa de Dios resonando con las divinas alabanzas que .en- tonan sus venerables Sacerdotes, dando á- Dios un culio de latría con magestad y magnificencia, ¡a- fundiendo en los fieles ideas dignas de la grandeza de Dios, y de la santidade la Religion, y que á lo: mejor de tan santa funcion, salga Bato mezclan- do una sentencia de la Escritura con una clásica desvergiienza, y diciendo de esta manera: Un buey solo-se halló en el feliz portal, y conoció el pesebre de su dueño inmortal, Pero por acá , dos docenas muy largas se pueden hallar, Vaya otra del mismo calibre. Tambien un asno hubo, que aunque era irracional M