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Necesidad de una religion revelada. 67 de-hallatemos regla segura de la verdad, si lo que la' naturaleza dicta 4 todos los pueblos y en todas las edadesz:no es verdadero? Desterremos léxos de nosotros las blasfemias escandalosas de los Hobbes, los Espinosas , los Machiabelos ; los Epicuros , los Lucrecios y otros semejantés, que han pretendido hacer de la religion una quimera' vana, 'ó un frívolo fan= tasma: ¡En qué tinieblas de:errores: no se preci- pitaron aquellos: ciegos, por cerrar obstinados los ojos: de su razon á la demostracion de estas verdadest Las inconsegiiencias y 'contradiccio= nes: de: sus moristruosos sistémas vengan el ul= trage que ellos hicieron á la razon y á la fé. Yo quiero por este momento suponer sus principios, y-veremos.sí ellos 6 sus infelices discípulos pue- den negar las evidentes cónseqiiencias que de ellos se- deducen. No-hay' religion, decís con una boca blasfema y un-corazon corrompido. Yo res» pondo: ¿no hay religion ? Luego no teneis otro temor que el de los hombres, ni otra esperanza que en la" vida presente , ni otro interés que el temporal, ni otro' fin que hacer vuestro gusto: luego todo os es lícito , todo 0s'es permitido : lue- go si vuestro interés lo pide , nada importan las injusticias , las extorsiones, las traiciones , los ro- bes, los asesinatos, con tal que nada tengais que temer de parte de los hombres: si os poneis á cu= bierto de la vista de los hombres , os quedareis sin remordimiento de conciencia , aunque seais asesinos y ladrones , traidores é injustos. ¿Podreis negarlo? Luego si vuestro bien particular halla 12