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28 Sermon II. palabra que no sepa : que conoció todas las cosas antiguas y venideras: que nos crió y puso su mano sobre nosotros? ¿Dónde nos alexaremos de su espíritu? ¿Á dónde huiremos de su pre- sencia ? Si subieremos al cielo, allí está : si des= cendieremos al infierno, allí le encontraremos: si atravesaremos los mares, y llegasemos á los términos de la tierra, veremos que su mano dies- tra nos sustenta: las tinieblas no me esconderán de su vista, y la noche obscura será como un dia claro en su presencia. Ciertamente , carísimos hijos mios, que es= tos divinos:oráculos son unas verdades de gran= dísimo consuelo para nuestras almas. Con ellos se excitanlos afectos santos de las alabanzas de Dios, del “temor filial, de la provechosa es- peranza , de la saludable humildad , del justo agradecimiento; de-la perfecta caridad y. otras virtudes. Así-lo* hemos “procurado practicar toda la vida , caminando de pueblo en pue- bloy de provincia en provincia, anunciando á todas las criaturas las maravillas del Señor, que descubrimos por la razon y la fé. Parece que está reservado para «mi vejez el tener que: razonar; probar y demostrar las: verdades eternas de que dimanan aquellos provechosos y meritorios actos de las virtudes. La corrupcion de las Bostuma bres, y-las tinieblas que trata: de esparcir Ja. im-= credulidad sobre las brillantes luces que difunden la razon y la fé, me precisan 4 deciros con S. Pa= blo, que vivais cuidadosos,mo se contamine vues- to. corazon con la peste de losincredulos, y ven-

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