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e A 26 SERMON IL SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS. Videte, fratres , ne forte sit in aliquo vVesitrum, cor malum incredulitatis. Hebr. 3. oe que ello es verdad , que yo debo cum- plir hoy lo que prometí ayer , probando la exis- tencia de Dios? ¿Pues no seria mejor , amado pueblo mio, hablar de su omnipotencia , para inspirarnós un temor santo , viendo que es nues- tro Criador, que con una palabra todo lo saca de nada, y con otra puede todo aniquilarlo? ¿No seria mas conveniente decir con David, que el Señor fabricó el dia y la noche, el sol y la mañana, el invierno y el verano , la primavera y el otoño? ¿Que él es el Señor de las virtudes, el Dios -de los exércitos , el poderoso en las bata= llas: el que de la misma manera puede vencer con pocos que con muchos : el que pone térmi- nos al mar, enfrena sus olas, y suspende los vien- tos : el que humilla y derriba al soberbio, y con la fuerza de su brazo desbarata todos sus ene- migos? ¿No están en Dios la sabiduría y la for- taleza , el consejo y la inteligencia, como ase- guraba Job? ¿Si él destruye , quién edificará? ¿ Si encerrase al hombre, quién le abrirá? Si detuvie- se las aguas , todo se secará ; y si las dexase Correr , todo se anegará : él quita la cinta de los