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Contra las causas de la incredulidad, FJ3Y destino en los tribunales, y que ni por las ar= mas Ó las letras ha ilustrado á su patria:, defen= dido sus conciudadanos , y sostenido el Estados este hombre ¿que ni ofrece 4 Dios sacrificios; ni entona las divinas alabanzas en los sagrados templos , ni sirve á sus próximos en los: hospi= tales, mi defiende la inocencia oprimida y ni la infancia desamparada : este mueble ocioso y abox minable , que malgasta los dias de su vida en los juegos, en los teátros , en los bailes , €n los cas fees , en los aliños afeminados, en las torpezas: éste , Éste mismo es ( conozcanle todos para justa humillación de su vanidad y su orgullo) el que sin haber estudiado la religion la desprecia : éste es el que se burla de sus Ministros , desobédece sus saludables preceptos, y reusa sujetar su cris minal cerviz en obsequio de sus adorables dog- mas. Éste, que vive sin modestia , sin humildad, sin. pureza , sin caridad y sin aplicacion á cosa buena , es el que se jacta de incredulo.,-el'que comunica la impiedad á otros tan ignorantes y vanos como él, -y corrompe con sus impurezas las hijas y mugeres de los hombres que debiera respetar. ¡Ínsensatos! Vesotros :habeis--perdido con la religion todos los principios de lá virtud; todas las reglas de las costumbres y toda la:con= ducta de los hombres«de bien. Todo: lo habeis lastimosamente atropellado: la union de la sangre; las leyes de la sociedad, los deberes de la amistady las obligaciones de la conciencia, y los.tidos sas gradosde la santa religion. Bellos medios habeis elegido para ser un monstiuú enel Estado, una Tomo 1. 9s MES . A A PI IR AAA GRE