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Contra las causas de la incredulidad, 2095 bulosas del paganismo y conel poder de los mor= tales , que tan sacrilega é impiamente eran colo- cados en los templos como dioses? Mirad, hom- bres , á Jesus sin preocupacion, mirad , digo, á mi amable Jesus con sola la razon natural, con las reglas de la crítica mas sana, y con la impar- cialidad mas severa ; yo estoy cierto , que le ve- reis como el mas santo de todos los hombres, como el mas poderoso de todos los mortales, como el mas sábio de todos los filósofos, como el mas ilustre de todos los legisladores, en una palabra , como un Dios. Esto os hará confesar la razon con pruebas irresistibles; y si no ace- deis á la razon y sus pruebas:, es menester que confeseis que Jesus era el mas mal hombre del mundo. No hay medio. Él dixo, que era Hijo de Dios: que era igual á su Padre Dios, y que Abra- hám deseó verle, y se llenó de alegría con su vista. Esto dixo Jesus ; y yo Os pregunto: ¿ha- bló verdad ó mentira? Si mintió , fué el mas mal hombre del mundo , el mas abominable y blasfe- mo: si mintió , el mismo Dios confirmó con su omnipotencia sus imposturas sacrilegas , dándole toda potestad en el cielo y en la tierra para obrar los milagros mas estupendos ; pues él dió vista á los ciegos , oido á los sordos , habla á los mu- dos , salud á los enfermos, y vida á los muer- tos : Él arrojó los demonios de los hombres, po- seidos de estos tiranos huéspedes; él conoció los pensamientos mas ocultos de los corazones hu- manos , y sujetó á su voluntad los elementos. ¡ Asombroso mentir seria éste, nunca visto , ni ES «A e da 4 á » ARA ATAN AN ART ATA, Pr 797 7