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Contra las caúsas:dela incredulidad. 28 3 fina, la erudicion mas agradable; las blasfemias mas disimuladas , y los mas.bien paliados erro: res: No era facil en:ypoco tiempo -hacer que> lá razon destruyese un sistema tan meditado; pu> siese en:claro sus errores, arrancase la máscara á su sagacidad , y convenciese su aparente eru= dicion, ¡Si mi obra ,: aunque pequeña ; ha que- dado sólida y bien proporcionada, no debo 'sénó tir. el tiempo empleado en su fábrica ; pero el artífice sería:reprensible, si por adelantar en breve tiempo su, edificio le-concluyese sin firmeza y re= gularidad. En suma , era nuestra lucha con inz crédulos instruidos; y sus: talentos aunque: des- graciadamente empleados, exigian repetidas lec=- ciones de la razon para destruir los pretextos de su incredulidad. No emplearémos tanto tiempo en desemba- razarnos de otra: multitud -de incrédulos subal- ternos , que hincadas las rodillas:en' presencia de los Maestros de la irreligion, escuchan y siguen sus lecciones:sin exámen ni discernimiento: estos son unos hombres atolondrados , sean jóvenes 6 ancianos , tan repletos de: crasas ignorancias ei materia de la Santa Religion, tan llenos dé va- nidad por la aparente fuerza de su espíritu, tan corrompidos en sus costumbres y tan inútiles al estado y tan perjudiciales á:la Iglesia que para convencerlos no: hay»mas que hacer que descyxw brirlos. Nada: tiéne que :temer la Santa Religion de unos enemigos tan frívolos , Ni: nosotros em- plearemos: las. mismas armas para combatirlos, Creo: que la hamillacion :sea; el medio: más opor- Nn 2