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280 Sermon X, ¡Ó verdad amable : exclaman dichosamente estos hombres, separándose del partido de la incredulidad. Verdad santa , ya te vemos, ya te conocemos , ya felizmente te seguimos. Esta- bamos ciegos con el error , y no veíamos que el cielo es un beneficio indebido á la humana na- turaleza en su actual estado de corrupción : es un beneficio ,.que se consigue por la gracia de Dios , por la fé y el bautismo de Jesu-Christo, y por la observancia de todos los preceptos, que nos ha intimado este adorable Redentor, y que la santa Iglesia, columna y firmamento de la verdad nos propone. Ahora vemos lo que an= tes no veíamos , yemos que es muy razonable y muy justo un misterio , que antes nos parecia un absurdo : vemos que el hombre sin la confesion de esta verdad es una criatura inexplicable : vemos que nuestra razon se sosiega entendiendo esta verdad; y vemos tambien que no es lo mismo ser una cosa superior á la razon, que ser contra la razon3. y. que quando esta luz natural no alcanza á demostrar algun misterio de la religion, de- be someterse en obsequio de la fé , en obsequio y reverencia de Dios siempre justo, siempre sánto , siempre admirable , sea que mande creer ú obrar alguná cosa, sea que la prohiba : que hable por los santos libros del antiguo y nue- vo Testamento , ó que nos haga conocer su vo- luntad por las venerables tradiciones admitidas, enseñadas y sostenidas por la Iglesia Católica, Apostólica Romana, fuera de cuyo seno no hay vida , y sin cuya fé no hay gloria. Toda lo cree-