BCCPAM000546-3-25000000000000
A Ni Hi ns ¿h Ú nl 214 Sermon VIII, ras, ciertas, y luminosas, como nos lo parecen á todos los fieles christianos, es menester decirles que les sucede lo mismo que 4 los enemigos del antiguo Pueblo del Señor, con la columna de fue= go: ella iluminaba á los Israelitas, y ella repartia obscurísimas tinieblas sobre los gentiles. Este es, Señor Dios de los Exércitos, el carácter de vues= tras obras: Vos:las revelais y dais á conocer á los humildes 5 y Vos las ocultais-4/los orgullo- sos y soberbios. Justo eres, Señor, y rectos son tus juicios. No, se quexen de vuestra Providen= cia, sino de su-obstinacion, los que cierran vo= luntariamente-$ús ojos por no. ver vuestras ver- dades 5 y»agradezcan vuestras: misericordias los rectos y sencillos de: corazon , que las. creen y confiesan. Sin embargo , no desconfiemos de ver redu- cidos al camino: de la verdad 4 los ¿incrédulos extraviados en: las sendas del error. Ellos cono- cen que se han verificado á la letra todos y cada uno de los vaticinios de los Profetas de que les hemos hablado; pero mirándolos en particular, no habrán hecho sobre sus almas toda aquella “saludable impresion que debemos esperar, si con- seguimos que los miren en comun. Acaso esta vista admirable les parecerá mas una historia de lo pasado, que una profecía de lo futuro, y se rendirán á su evidente: demostracion : volyed á fixar vuestra consideración en aquel hijo ¿de la Virgen : en aquel Christo nacido en Belen : en aquel Dios con los hombres; en aquel hijo dado á nosotros, y en aquel pequeñuelo ñacido para nó=
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz