BCCPAM000546-3-25000000000000
Verdad de las profecías y milagros. art mismo Dios, y concluido con tanta magnificen- cia y gloria , no bubo mas que sombras , figu- ras, representaciones del Mesías, y sus funcio- nes augustas: en aquel aunque fabricado por Zo- robabel' con ménos riqueza y suntuosidad , entró Jesu-Christo , predicó Jesu-Christo , se vió la realidad de las antiguas figuras , se vió la pera sona de aquellos símbolos , se vió la verdadera luz de aquellas sombras. Esto hizo incompara- blemente mas glorioso al segundo templo que al primero , aunque este fuese mas rico y bien ador- nado en su fábrica. He dicho que se ha cumplido esta profecía , y lo vuelvo á repetir, porque ha mil y ochocientos años que aquel segundo tem- plo ya no existe , y han pasado muchos siglos desde que desapareciéron hasta los menores ves- tigios de su existencia. Demos todavía otra prueba demostrativa de esta verdad. El espíritu de Dios enseña al Santo Patriarca Jacob el destino futuro de sus hijos, y le enseña que el Mesías saldrá de la Tribu de Judá. Jacob hablando con este hijo le dice: * Judá, tus hermanos te alabarán : tu mano se »sentará sobre el cuello de tus enemigos: los hijos »de tu padre se postrarán á tus pies : el cetro »no saldrá de Judá, y habrá siempre conductores "del Pueblo nacidos de tu estirpe, hasta que 1le- »gue el enviado que aguardan las naciones.” En esta profecía tenemos dos cosas igualmente: cier- tas. La primera es, que toda la nacion Hebrea ha creido que era designado el Mesías por: estas palabras: el enviado que aguardan las naciones. d 2 A pl q d e Ñ a no A A
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz