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) q ! , re: 144 Sermon Y, tellexerunt, quoniam qui talia agunt digni sunt morte: et non solum qui ea Faciunt , sed etiam qui consentiunt facientibus. Así finaliza San Pan blo el primer capítulo de su carta á los Romanos. Vosotros christianos mios , dad gloria á Dios y bendecid su santo nombre ) Porque profesais una religion santa, la únicamente verdadera que Dios preparó por tantos siglos, y por un enca- denamiento de hechos nunca interrumpido , y siempre maravilloso y estupendo. Guardaos mu- cho de corromper vuestro corazón con los de- sórdenes de los vicios , porque ellos llegarían tarde Ó temprano á conduciros á la increduli- dad. Temblad al escuchar á San Pablo quando decia: Hahens fidem et bonam conscientiam quam quidam repellentes , circa fidem naufragaverunt. Mientras que no perdais la pureza de vuestra alma , mientras-que vuestra conciencia os dé un verdadero testimonio de la rectitud de vuestras Operaciones, yo no temo que desfallezcais en vuestra fe; pero si abandonais la probidad : si la virtud, si la amable virtud , Os desampara, no extrañaría veros sumergidos en la incredulidad. Amad á Dios de todo vuestro corazon , amad al próximo como á vosotros mismos, como os lo manda el Evangelio de Jesu-Christo , “y sereis eternamente felices. Amen.