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- masde los que mueren, fegun fon nucítros exceífos, y defordenes, y fegan Lo nada defia vida, y defengatios della. 393 -— Aun con menores cauías fe acabán de repente las grandezas¿y l vida. A' pas, Fabio Senador, un cabello que topo en un trago de leche que forbió, le facó Maz. el alma del cuerpo.Un granito de una paíla quito la vida 4 Anacreonte;y un “4.9. pelo, que jugando con el,cayó en la boca de Drulo Pompeyo, le ahogó de repente, Áun por los afectos del alma, y gultos del cuerpo fe viene la muer- te repentinamente. Homero murio de una trifteza. Sofocles de gozo. Al Key Dionifio mataron las buenas nuevas quetuvo de una vicoria que alcangó. Aureliano murió baylando, quando fe casó con la hija del Emperador Do miciano. Tales Milefio,viendo en:el teatro unas fieltas,elpiro de fed. Corne= ..- lio Galo,y Tito Etherio murieron en un torpe delcite. Giacheto Saluciano, eltando pecando con fu amiga, el, y ella en el miímo aéto le quedaron muertos; y aísi fueron hallados juntos, y íus almas tambien le fueron juntas | És alosinfiernos.. E | | ata, pan - Poco tiempo ha, que en Granada murió un hombre ofendiendo á Dios con una muger: y para que conftafle al mundo lo que quita la vida,y conde- na las almas, aun defpues de muerto eftava con fus vergu alteradas. Y, otros muchos tambien han muerto en el ato deshonelto, la Ciudad de Huefca eltava jugando un Canonigo con otros amigos, y poniendofe 4 bes ver una taza de vino frio, dixo: Aísi fe paíía la gloria del mundo;y acabando de bever,murió,y acabó de vivir. Tambien ha poco,que predicando un Res ligiofo, y previniendo el auditorio á la atencion,dixo: 4074 con migo.Y aca4 bando de dezir eftas palabras, le cayó muerto en el miímo pulpiro, + Cada uno abra los ojos, y no fe allegure enla vida, pues tiene tantas en tradas la muerte. Nadie diga : No morire yo como eltos; ni tampoco diga: No moriré oy, porque quantos han muerto de repente; tampoco peblayan que avían de morir aísi aquel dia, y murieron quando menos fe penfavan;y lo que fucedió a eltos, te puede fucederá ti. Con tan pocas caufas como las dichas murieron tantos, y te puedes morir fin ninguna, porque para una muerte repentina,no es me efter cabello que atragante, ni efpina que aho- gue, ni melancolia que aflixa, ni gufto que deleite , que balla vn: humor qué le corrompa,y llegue al corazon.Y es maravilla, que no muerán de repente €s fragil nueítro cuerpo : y fiendo de mas artificio, y tan menos feguro: el relox, quanto va de carne á hierro, es mucho no quiebre 4 cada paño la rueda de la vida. ] an UOTIÓRAMIVAT9) $9. ¿de Confideremos fu inftantaneo fer , y lo poco que duran rodas las: grandes zas de la vida, para que quitemos el apego de ellas, y no nos perdamos. por. ellas, que aun los Gentiles nos enfeñaron efta confderacion, para defenga- ño, y provecho : de los quales algunos fueron al fepulcro de Alexandro;.y eftando en el, y penfando en los defengaños que 4' todos nos dexd; dixo el uno : Ayer no baftoa Alexandro toda la redondez dela tierras, Y dora aora le fobran folas dos varas de tierra. Otro fe admird, diziendo + Ayer pudo | li- Ñ .

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