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-Del amor grande que nos tiene Dios. 35: mando, ivabolviendo la cabeza atrás, como á ver (i alguno le feguia; y que +elte bolver la cabeza, rafgava las entrañas de verle ir tan folosy la vifta con «que mirava era tan apacible, y amoroía, que fe llevava el alma tras de si con defeo de feguirle, y de ayudarle a llevar la Cruz. Y acabado de fubir al monte, fele moftró fentado en un rincon muy afiigido, el codo arrimado á las rodillas, y la mexilla fobre la mano, como una perfona que ella muy penada, olvidada de todos, defechada, y abarida. Y de averlo viíto aísi el- ta fierva de Dios, dixo 4 fu Confeflor, que huviera muerto de dolor,(i no] huviera confortado, y confervado la vida aquel Divino Señor. En otra ocafion elta miíma Gierva de Dios, dando por obediencia cuenta de fu efpiricu al dicho lu Confellor, le dixo : Avrá, Señor, mas de «quinze dias, que todas las vezes que entro en la Iglefia, hata que falgo,fe me ofrez «ce á la vita Chrilto Crucificado ; y uno de eftos dias, eftaudo delante de Nueftra Señora del Sagrario, y alcando los ojos para mirarla, vi 4 nueílto Redentor Crucificado, y tan afligido al parecer, qué no se que pudielle <ftarlo masel dia de fu Paísion; y entendi, que las ofenfas que le hazian las «Almas, le tenian aísi : y faliendo de la Igleña, le vi en la calle, buícando un ¿Corazon donde entrará defcanfar. Y otro dia de la Cruz dixo tambien, que «vió al Señor Crucificado, y derramando mucha fangre, y que le dixo fu Mageftad : Hija, mira qual me tienen los pecados del mundo, recoge. en ti elta fangre, y ofrecemela por los pecadores. | ] > San Pedro Damiano refiere, que un Barbero hurtó á un pobre un mat- rano, y luego en trage de pobre llegó Chrifto a la puerta del ladron con el «cabello muy largo, y distorme, moftrando tener necelsidad del Barbero ; el ¿qual lnego tomo las tixeras, y comengando con ellas á afeytarlo, le hallo de- -baxo del cabello dos ojos, y admirado el cficial, le preguntó el milterio de ellos : y lu Mageltad le refpondio. Yo me llamo Jesvs, y todo lo. conozco, y con eftos viel marrano, que poco ha quitalte al pobre... Con eto def pi Señor, y el hombre pafmado de fu grande amor, reftituyo lue- Ji pe simedvor a ara sn E a een denia : El Padre Andrade reficre un calo notable, que yo ceñire aquí. Dize, pues, que havo en Iralía un Predicador, que por eltar tan rendido al vicio deshonciio, le parecia impofsible enmendarfe, y eltava delefperado de An falvacion, y de la piedad de Dios ; pero fu Mageftad le dió muchas al davadas, y recuerdos para convertirlo;y entre otros, un día andandod cavallo, le acometió un animal cerdoío de eltraña grandeza, y le hizo cacr, y dar un golpe recio, y peligrofo. El fe enmendo por algunos dias, teniendolo por avilo de Dios; pero pareciendole que era impolsible en- mendarfe, y aver milericordia para el, bolvidá fus vicios, y luego Dios a recordarle ; pues con ocafion de aver predicado un dia dela gran mileri- «cordia de Dios, y de el inmento amor con que recibe 4 los pecadores, fe levantó de el auditorio un hombre, y-dixo con'vaz alta + Al Padre Predi: SR LA Ca=