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Pfal: 111. In ejus vita, 208 Domingo fegundo de Quarefma, dilarado,que dizén infignes Mátematicos, que aunque dieíle Nueltro Señor 2.cada uno delos del Cielo, con fer inumerables, mayor efpacio de él, que cl de todo efte mundo, le fobraría para dar a otros otro tanto. Es el Cielo tan capaz; que afirman algunos Theologos, y Doétores,que fi cada granito de arena,que ay ála orilla del mar, fuefle tan grande como todo elte muny do,aun no llenaria la capazidad del Cielo. Servid todos á Dios,dize el Pro- feta Rey; mirad,que breves fervicios, los premia con eternas honres, deleis tes, y riquezas: Gloria, O divitie in domo ejus. | Para que todos hagan mas aprecio de la gloria, y fe alienten 4 padecer penas,por alcangarla,referire ¿ora algunos cafos de ella. De Santa Catalina de Sena fe dize, que aviendo tenido un grande extalis , la moftró Dios la gloria de los Bienaventurados,en quanto era capaz de elto: y aviendo buel. to 4 fus fenti dos, n o podia.en muchos dias atender á las cofas de efta vida, - embriagada del vino de las glorias que la avian delcubierto de la otra. Y. preguntada de fu Confellor, qué avia vito? Refpondió,que era tal,y de tan fubidos quilates; que no tenia palabras con que dezirlo ; y que por mas que dixefle de la gloria, feria muy inferior, y como efcoria , refpeto de lo que: avía vilto.. | LS ADIOS, ¿5 ¿De Santa.Magdalena de Pazis fe. refiere,que bolviendo de un rapto,dixo: Hanme dado á entender, que el dia dei juizio, Nueltro Señor avia de levan- tar nueítros cuerpos a tan gránde alteza de gloria,que no feria pofsible po- derla yo contar, ni aun entender; por lo qual fenti que me dezian : Ni ojos vieron; nioidos oyeron, ni corazon humano llegó 4 imaginar la grande gloria, excelencia,y alteza que comunicará Dios a los cuerpos de los que han de jr al Cielo. Pues las almas mucha mas gloria han de tener. ¿Bien fabidoes el cafo que efcrive Enrique Teutonico, de dos Soldados amigos, y el uno Señor de valfallos, á quien aviendo combidado para feryir , Eíte en un combite que tenia el otro para dia determinado, murió antes. Y y ayiendofele aparecido, le dixo, que avia de ir á fu combite, y que para elto' confellale,y comulgalle el Domingo, y que montafle en un cavallo,que ha= lariá ¿la puerra de fu.cafa, con dos lebreles. Y llegado el dia, y prevenido con la confefsion, y comunion,halló los lebreles,y un cavallo blanco,en que monto, y llegó 4 un monte, donde avía una Ermita, y en ella un Sacerdote, con quien le reconcilio, y defpues,bolando como un viento, llego a la puer- ta de un bellifsimo Palaciosdonde paró el cavallo,y le falio á recibir el ami glo, el qual le dixo; Mucho aveis tardado; pero aun falta de poner a la meía un plaro,elte fervireis.Entró en el Palacio,y vió en el adentada á la meía una” gran multitud de gente de inefable hermofura. Y aviendoles fervido el pla= to,le dixo el amigo,que el combite era acabado,y que fe bolviefle a lu cafa; y. pidiendole que le dexafle eftár en tan hermofo lugar fiquiera Ún poco - mas,le dixo : No puede fer,que conviene bolveros,y os aveis detenido ya mas de lo que penfais.Al fin le defpidio,y el cavallo bolo con el, y á la buel.. ta -. o —