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Y = ella, y que el pierde. 70 Domingo quarto defpues de la Epifania, grande aliento, y aun gufto, y confuelo en los trabajos que padecian. Y poco tiempo ha, que Zapateros, Arrieros, Efcrivanos, Herradores, y La» bradores vivian en Efpaña tan dados a la oracion , y tan embevidos en Dios, que en todas fus obras de manosle miravan prelente con fus almas; contemplando en fu Paísion, los beneficios Divinos, y las poltrimerias. Y por elte medio no fe notava culpa alguna en ellos, fino muchas virtudes,y altiísima perfeccion; y lo que eftos pudieron, pueden todos hazer, fi quie: ren; pero no quieren aplicarfe,y el demonio procura, quanto puede , que ninguno fe exercite en la oracion,por lo mucho que nofotros ganamos con En las vidas de los Santos Padres fe dize, que uno de ellos avia vilto al demonio una noche, que andava muy folicito de Monge en Monge, y 4 unos daya ceftos, y dá otros picos,y hazádas á otros. Y diziendole el Mon: ge,que para que les dava aquellas cofas? refpondió: Para que con elo ef ten diltraidos, y le hagan negligentes, y defcuidados para la oracion. De otro Monge fe dize, que levantandofe una noche para la oracion, tomo fiempre lo acoltumbrava,y comengando fu oracion oyó una voz de trom< peta,como fi tocaran á dar batalla. Y túrbado con efto,dezia entre si: Cos mo en efte logar refuena voz de trompeta,no aviendo aquí guerra? Y acer- candofe el'demonioá el,le dixo: Guerra ay verdaderamente ; por tanto,fi mo quieres fer de nofotros combatido, vete en paz,du3rme,y no eftes tanz fo en la oracion. E y AS - Poco tiempo ha, que vivia un fiervo de Dios , que hazia oracion muy fervorofa¡y per grande efpaciotodas las noches; y muchas vezes fe le apa recia el demonio con efpantola Agurazotras le amenazava,y otras hazia tan gran ruido, que parecia caer fobre el la Iglefia en que orava. Y conjuran- dole en una ocafion para que fe fueffe, y lo dexaffe,le dixo: Hazelme gran daño con tu oracion ; y fi me dás palabra de dexarla , yo te la dare tamz bien de no perfleguirte mas ; pero mi por ello elte, ni otros quifieron des 'xar, ni aun acortar la oracion, dandonos exemplo delo que nofotros de- . vemos hazer. *= Chriltiano, hijo mio,fi te efcuías del ayuno,de la difciplina,y filicio, pot “dezir ¿no lo puedes llevar,no tendrás razon para rehufar la oracion men=: “tal; pues annque fea eftando obrando de manos, puedes con el ¿lma cóft- derar el juizio que re aguarda, la muerte que te efpera, la gloria que fe da 'a los buenos,y el infierno á que ván a dar los malos. Tambien puedes mé- «ditar,y contemplar en la amarga Pafsion del Señor. Y aunque no rengas Jibros,ni los entiendas,puedes confiderar largamente; Quien padeció? Qué padecto > Por quien, y para que padeció ? Y a elto, alambrado con la Fe, tu miímo con el corazon te puedes relponder.Efte exercicio de la oracion te enfeño el miímo Chrilto, haziendola muy frequente en los montes, y 'En el defierzo, Efto riímo nos perfuaden con fu exemplo los sr « la ( ES s 1 .. glo

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