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C. XIV..pz mopo pz satin DEL ConvENTO. 117 2 174),Si los Religiosos salieren del Convento para co- seat en casa de algun Secular , lo que ordenan nuestras -Constituciones generales no se permita con facilidad, por- _que nuestro estado es mas propio para ir 4 la casa del Ianto, donde hay algun trabajo, que para tales combi- tes 3 con todo no pudiendo escusarlo iran con Ia bendi- _cion 5.y licencia del Prelado, advirtiendo , que ninguno ‘sin ella puede quedarse 4 comer en pueblo, donde hu- biere Convento de la Orden, ni quando van, 6 vienen de viage, en una palabra , jamas es licito baxo la pena establecida en la misma Constitucion. En estas ocasiones acon andose son. Religiosos, ser tal la moderation en sus ‘acciones,. la templanza’en comer, y beber, tal en fin su “Conversaciom y todas sus palabras, que sirvan de edificacion, _y de exemplo 4 quien les hubiera combidado. Sientense -en el ultimo lugar, mas instandoles el duefio ocuparan _¢l principal. asiento , porque mejor se. conserva la humil- dad ede siendo » gue porfiando. Si hubiere en el combi- “te miu $ mo se sienten4 su lado , evitando mirarlas quanto, séa_ posible, y de ningun modo les hagan pla- “to , Con que evitarén el dafio propio , y el es¢éndalo _ageno. Sino hubiere otro Sacerdote, el mas antiguo da la ‘bendicion 4 la mesa diciendo en pie : Benedicite. Benedic, Domine, nos,et bac tua dona, Ge. Fube domne , Ge. Mensa calestis, 6 Ad cenam,si fuere dia de ayuno. ~ 475 En el discurso de la comida estardu con la cabe~ za descubierta , y observardn respectivamente las mismas ceremonias del Refectorio. Pueden probar moderadamen- te de todos los manjares, que les pusieren delante , port ‘huir la singularidad ; pero no se entreguen 4 ellos con fan por mas que les guste, ni alaben con exageracion los guisados , ni pregunten el modo de sazonarlos, ni dén instrucciones para prepararlos , porque es cosa indecente, que un Religioso pobre, y profesor de la abstinencia se haga infeliz esclavo de la gula, entregandose 4 los man* jares con tanta voracidad, como aquellos que no tienen etro dios que su vientre. No hay cosa que mas desdiga