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wld sai Ee ies eatciiels Cae. XIE pve ta Cerda. “105 eias 4 Dios por haberle dexado pasar aquella noche , pi- dale su gracia pata emplear aque! dia en su santo servi-~ cio, como si fuera el ultimo de su vida; compone la ta- rima, abre la ventana, y dexando un poco abierta la puer- ta acude: alCoro | levanda algun” saiito |“pensaniicnto pata a bien | jo ita Céldadeitinde ‘tt Réligigs®, en ella se ety regularmente cerrada, mas en tiempo de calor puede tenerse algo abierta. Si estando en ella l!amare al- guno 4 la puerta se responde : Deo gratias, 6 due Ma- ria purisima: Sivel Prelado va 4 la Celda de algun Relé gioso se arrodilla éste sobre la tarima mientras estuviere aquel , ¥ si el Religioso no hubiere cumplido los quatco afios de habito se arrodilla en tierra. Si algun Religioso va 4 la Celda de otro, desde la puerta le dice en voz bas xa lo que necesita ; sino hubiere cumplido vel quarto aho se arrodilla antes, y pide licencia pata hablar, y si din+ guno de los dos tuviera: los quatro ‘afios y los)dos ' deben Se IE AIate a aa Ninguno. puede entrar en la Celda de otro, un caso inevitable fuese - necesario, ha de ser Aes Gavi y teniendo si puerta abierta ; y si fuere por la noche 6 tocadas das Ave Marias , Gi hora de silencio debe preceder la licencia del Prelado. Practicando estas advertencias lograr4n lo que dice §: Laurencio Justiniano ; que la Celda les sera puers to de _tranquilidad, custodia de Ja virtud, paraiso de de~ licias, y escala es Paes oe. - ds Cela eer al’ Cielo ©. O° a -= Staite <1 U (e) S. Laurent. Justin. de vite Solit. Cap. 1a