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mas años el hilo de su vida. Piden al que lleva en la mano la llave de la muerte, que no la entregue tan presto á este Mi- nistro, executor de sus Decretos, y dexe á Colindres acabar el circulo de la visita de la Religion, antes que el de su vida, Mas la fiebre sube de grado en grado. El enfermo siente de cerca la muerte, la aguarda sin temor, y la recibe con un semblante risueño. Al pronunciar el que le auxilia: En vos, Señor, tengo toda mi esperanza: no permitais, que sea confun- dido en la elernidad: El Moribundo, que por muchas horas habia tenido cerrados los ojos, los abre, los levanta, y fixa en el Cielo, A vista de esta novedad, diestro el Ministro, repite el verso misterioso, y repite la accion el Agonizante. Qué afectos de ter- nura se encienden en los que asisten al rededor de la cama! las lagrimas saltan de sus ojos. Pero luego entra Colindres pla- cidamente en el sueño de los Justos, y recibe su Alma el Criador (1). Despues del dolor, y llanto comun, fo elogio suyo la ma- gnificencia de su entierro (2), y la expresion de la Emperatriz (4) Murió en 7 de Junio de 1766, á las doce y media del dia, de e) años no cumplidos, (2) Mando la Emperatriz Reyna, que se colocase el Y. Cadaver en' una Caxa de Cedro, vestida por fuera de planchas de plomo: Que se enlutase toda la Iglesia de los Capuchinos con los Paños de Terciopelo negro, que sirven en los Entierros de los Cesares: Que concurriesen todas las Comunidades, sin excepcion de alguna: Que formase el Coro la Musica Imperial: Que asis- tiese toda su Corte, há quien se agregaron los Embaxadores de España, y Napoles: Que oficiase de Pontifical el Ilmo Abate de Seistenstetten, por indis- posicion del Auxiliar del Cardenal Arzobispo de Viena: Y que llevasen la Caxa sobre sus hombros los Padres mas autorizados de la Provincia. Con toda esta pompa se formó la Procesion, que salió por la Porteria del Con- vento, y dió vuelta á toda la gran Plaza, hasta entrar en su Iglesia, viendola desde una Tribuna su Magestad Apostolica: y dicha la Oración fúnebre, fue sepultado en la Capilla de la Presentacion de Maria Santisima, dentro de la pared de la derecha, frente al Sepulero del Y. P. Fr. Marcos de Aviano, eé- lebre Capuchino, que floreció en zelo apostolico, doctrina, santidad y mila- gros á los fines del ultimo siglo; gravado en la Lapida Sepulcral un Epitafio Latino, que no se pone aqui por demasiadamente difuso, y por estar impreso separadamente; en el que hay dos equivocaciones: La una, es llamarlo Uruña, siendo su Apellido Oruña; la otra, es decir, que murió de mas de setenta y tres años, quando vivio solos sesenta y nueve, ocho meses, y veinte y dos dias,