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(59) » go. » Sin’ embargo de verse sorprendidg de esta novedad", ‘se puso al instante en_ viage para Napoles. Entrd. de: noche en el Convento’, ~y. hallo diez y ocho Senores Ti- tulados de la primera Nobleza del Reyno; que ‘arrodillados :dieron -una veneracion” im. pensada a su Persona.’ Se cubrido ~Brindis “de venguenza , y deasombro ; pero uno de ellos banados Jos ojos,y las mexillas de lagrimas, en que todos le acompafaron; le° dixo la fanesta situacion ‘de la Ciudad, y de todo el’ Reyno: que Ja conduéta del Virrey tenia ajada , y despreciada la Nobleza mas distin- -guida: que en sus apasionados corrian los Vicios sin’ freno ,* y sin castigo: que ‘en los Estrados de la Justicia) mandaba la iniqui-_ dad: queen los Matrimonios era violada -la f€ impunemente: (a) que el pudor gemia_ ~burlado entre las manos de la violencia : que ni los intereses del Rey , nivel derecho de das. Gentes’ eran atendidos ; que. la inmuni- ~dad de fa Iglesia estaba iviiati : que los ‘ bienes destinados al socorro de los Pobres -por la Divina Ley, se empleaban en vio- “lentos usos% que los Pueblos vivian sofoca- _ dos de un yugo intolerable, dispuestos — H2 una -- — (a) Marcelino de Pisa, en su Obr. —_ ne