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ES A A Ak di paz a, GN A ió a Y. abi 00 Tratado 111. maldiciones materiales; porque no felen delear las madres , que ven- gan 4 tus hijos femejantes males. Si las maldiciones le dicen á los eltraños, le ha de atenderá la oca- - fion , que ay para maldecir, y al na- tural de quien mallice.Silaotalion ha fido grave, que puede motivar prudentemente algun odio formal; (fé ha de hacer juicio,que las maldi ciones fon formales. Y tambien (1 da perfona es iracunda aunque la ocdifñion no aya fido muy vche- mente. Pero no es neceflario explicar en la confefion la quelidad de las maldiciones.fi fueron á la perfona, 0 a lihicienda, o Ala vida, o hon- rasporque efía diferencia es phifica, y no moral. Come dice Fagundez Sobre el decalogo , lib. 8. Cap. 12. 1UM. 27" aunque Baíeo lleva lo contrario > Vtr/. malediélro 2.$. Y digame folia v.m. con adver- tencia decir effas maldiciones:Por- que aunque aliás, fueran con mala intencion pronunciadas las maldi- ciones, fi falto la advertencia, no fueron culpa grave, porque no hu- bo libertad. P. Padre, con aquella colera las . So AY MS y A ' NE A e decia; pero luego fe me paíaba. C. No el paflaric luego lá colera es feíal, que falto la advertencia,y deliberacion,como noto bien cl P, Bafeo enel lagar poco ba citado in jupiemeton. 3. porque quando la pallion de co- lera pafía luegoses teñal, Que no fue tan vehemente, que cegale de ma- nera,que privara de la advertencia antesal contrario, quando pafla ue go la paílion, es feñal, que no fue tal la prompriud del animo , que privafe la deliberación, y adyerten- cia. La feñal para conocer, quando Sue movimiento primcro; es, quan: do la perfona etiá tan ciega, que no repara enlo que dice, y quando buelve en fi,4 penas parece le acuer da de lo que dixo, y tiene gran pe: na de averlo dicho. Tambien fe ha atender, (i la períona es muy cole- rica, y fila ocafion fut muy vehe: mente.La feñal cierta, de que las maldiciones fon con advertencia, es, quando fe repiten muchas ve- ces, y por un efpacio continuado;y fi delpues quedo algun odio»o ran- cor en el corazon, es fimduda, que las maldiciones fueron formales, Y con mala intencion pronunciadas,