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62 Paz interior. fines. Siguiendo pues en vuestras perplejidades y dudas, el dictamen de un sábio Director, vosotros estais en una verdadera y entera buena fé , pues haceis lo que os dictan, no una ig- norancia culpable, mo una inadvertencia de disipacion, no un error de las pasiones ; sinó una reflexion séria , un juicio claro, una máxi- ma incontestable , que os lo proponen como lo mejor, y que es en efecto lo que mejor po- deis hacer, segun la doctrina de todos los Autores, y segun las reglas de la prudencia. No solo pues no pecais, sinó al contrario, mereceis por vuestra obediencia . áun cuando por vuestra accion hagais algun material aten- tado contra su Ley. Este razonamiento es tan comun en los Au- tores Morales, que es ocioso citar alguno; y de otra parte es tan claro por si mismo, que no tiene necesidad de otra autoridad Por eso uno, que no pensando hacer su propia volun- tad, hubiera tomado inocentemente sobre la Ley de Dios, lo que habia dado á una legíti- ma sumision, podria decirle confiadamente: Señor , ¿vos castigariais un alma buena, por ciusa de su ignorancia, y de úna ignorancia que nace de su simplicidad, de su obedien- cia, y no de su negligencia , ni de su relaja: cion 1? XXI. Sed pues obedientes, almas eseru- pulosas! Pero sabed , que no está todo en 1 Domine, núm pe ignorantem et justam inter- ficies? Genes. 2, Y. 4.