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36 Paz Interior. zonducirlo prontamente á una perfecta salud, si él continúa el uso de los remedios, á pe- sar de las repugnancias y de los disgustos. Para sbreviar con muchas ventajas el trabajo, Y para llegar con mas presteza á la curacion, 3e podria prohibir á los eserupulosos el decir en la confesion aquellas dudas, que ellos hu- biesen decidido ya en sí mismos en su favor, por comision de los mismos Directores, con- forme á las ya ordenadas máximas: y estos sabrán bien, cuándo será tiempo de exigir á sus Penitentes una obediencia tan sensible en la práctica, pero tan útil en sus efectos, des- pues de haberlos hecho pasar por unas prue- bas menos fuertes, que habran conocido bien y las habrán hecho conocer á ellos mismos. XX. Para que sea vuestra obediencia de mas consuelo y de mas utilidad, estad per- suadidos sériamente, á que esta es del tudo ne- cesaria, y que Dios quiere que os sujeleis asi; y que por una consecuencia forzosa, nO Os im- putará jamás á culpa lo que hayais hecho por una obediencia toda cristiana, á un diestro director. Desenvolvamos bien esta máxima, que es fundamental en esta materia. El es- erúpulo es un mal y un mal grande, y este es el vuestro. Dios quiere que cureis, y la obediencia es el mas seguro remedio. Estos principios son incontestablemente establecidos por todos los Autores, que han tratado esta materia, de los cuales, muchos están reco- nocidos y adorados por santos : y ellos no pi- den mas exacto y diligente exámen. Esto su-