BCCPAM000545-1-05000000000000

50 Paz interior. vantan sobre muy pequeñas materias, á fin de ener ocasion de producir sus ideas y mani- festarlas. El hábito se forma insensiblemente: el entendimiento sutilizamas y mas; y cada instante ocurren nuevas reflexiones sobre sí y sobre sus obras; y estas no son ya dudas de eleccion, sinó perplejidades crueles é inevita- bles; y por haberse ocupado mucho en la com- placencia de si mismo, se ven en la dura ne- cesidad de vivir en ellas con no pequeña an- gustia. X. La duda es la que dá el tormento á los escrupulosos; y para hacer reinar la paz en su alma, no deben ocuparse en ella. Para aquellos que no padecen esta pto una duda es duda; pero para aquellos que la su- íren, una duda es una preocupacion favorable y casi ya una certidumbre. Pero ay! ¿Qué dudas no hallará un escrupuloso en sus per- plejidades continuas? Mas si él quisiera hacer una digna reflexion, dudaria bien de su misma duda. Ni hay en él cosa tan confusa como sus ideas, ni le embarace otra cosa tanto, come sus discursos sobre sus poco fundadas dudas: pero si tiene algunas verdaderamente, no hay hombre mas exacto, mas riguroso y decisivo que él, El error no es otra cosa, que una torbacion y una confusion; porque la verdad es certidumbre y luz, Por eso cuando un es- erupuloso dice sin dudar, que ha faltado á su obligacion, se le debe creer, pero - enlónces solo, y no mas. XI. Esforzarse á hacer calmar sus escrú-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz